Como sociedad, nuestra superviviencia depende necesariamente de los cuidados. Todas las personas somos dependientes a lo largo de nuestra vida, por lo menos al principio y al final de ella. En esos momentos los cuidados son imprescindibles, pero ¿reconoce y valora nuestra sociedad ese trabajo?

La incorporación de la mujer al mercado laboral de forma generalizada ha conllevado una sobrecarga de trabajo inmensa y poco a poco la externalización de algunas actividades de cuidados (como la limpieza, el cuidado de niñes y mayores) pero generando empleo muy precarizado (las empleadas de hogar son uno de los sectores en los que más empleo sumergido hay, y las que están dadas de alta se encuentran con un régimen especial dentro de la Seguridad Social con condiciones inadmisibles en otros sectores), además de sumir en el abandono a aquéllas y aquéllos que no pueden pagarlos.

Si a día de hoy el trabajo no se organiza de cara al bienestar de todas las personas, ni los beneficios que produce se reparten para que todes vivamos mejor (los presupuestos destinados a servicios públicos cada vez son más bajos, la jornada laboral no se ha reducido desde hace más de 100 años, cuando en 1919 una potente lucha obrera consiguió la jornada diaria de 8 horas, etc.), las mujeres cargan además con un segundo trabajo que son los cuidados. No es de extrañar que tomen entre 2 y 3 veces más ansiolíticos y depresivos que los hombres. Dejemos de fingir que se puede trabajar y cuidar al mismo tiempo sin repercusiones en nuestra salud mental y física.

Conciliar se ha convertido en cosa de ricos. El establecimiento de servicios públicos como herramienta de redistribución de la riqueza y la garantía de prestaciones que hagan que todes aportemos a sostener los cuidados se encuentra en una verdadera crisis. O apostamos por el bienestar común, colocando los cuidados en el centro de la agenda política y reconociendo que son imprescindibles para nuestra superviviencia, o el barco se va a pique.

CGT considera como medida imprescindible la REDUCCIÓN DE LA JORNADA LABORAL. Esta medida, además de reconocer que para cuidar hace falta tiempo, también permitiría reducir la tasa de paro. Si el trabajo escasea, hay que repartirlo.

Mientras tanto, te contamos qué opciones tenemos a día de hoy para conciliar en este recurso laboral.

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Imagen: www.freepik.es/vectores/conciencia Creada por pikisuperstar

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