En Murcia estamos revueltas, no nos suelen faltar motivos, pero esta vez andamos rabiosas por la situación que enfrenta nuestra compañera Sandra.
Activista incansable, Sandra lleva años entregando su infinita energía a todas las causas que defienden la dignidad de las personas y luchan contra la injusticia. Si quieres saber cómo va tal o cual reivindicación, si necesitas contactar con un colectivo, pregúntale a Sandra.

En CGT llevamos años contando con ella como militante, su predisposición y saber hacer se notan en cada proceso que se vive desde aquí. No es raro encontrársela por el local, reunida con esta o aquella asociación, ayudando a las compañeras de cualquier sección a organizar y elaborar material para sus campañas en elecciones, o echando una mano en cualquier tarea que haga falta.

¿Y qué es lo que pasa con Sandra? Sandra lleva cinco años con un proceso judicial abierto por un delito del que no existen pruebas. Muy resumidamente os contamos lo que pasó:

El 8 de marzo de 2018 decenas de miles de murcianas recorrieron las calles de la ciudad en la manifestación por el día de las mujeres, poniendo el acento en su apoyo a las mujeres que venían luchando por más de 30 años por el soterramiento de las vías del tren. “Las mujeres tenemos fuerza para parar un tren” fue el lema que encabezó las acciones que se realizaron.

En el año 2012 las vecinas de Murcia sufrieron la amenaza de un muro que dividiría la ciudad y marginaría especialmente a los barrios del sur.

En otoño de 2017 comienza a materializarse con el inicio de las obras, dando comienzo a una gran movilización vecinal con manifestaciones diarias. Como símbolo de ese apoyo, se decidió terminar la gran manifestación del 8 de marzo en las inmediaciones de aquellas vías, y proceder allí a la lectura del manifiesto. CGT participó activamente, no sólo con la convocatoria de Huelga General del 8 de marzo, sino también en las acciones que se realizaron a lo largo de todo el día. Entre las participantes, la compañera Sandra, secretaria de Feminismos de nuestra Federación Local por aquel entonces.

Pero a pesar de contar con todas las comunicaciones para ello, la policía intentó impedir el paso de cerca de cien mil personas (Delegación de Gobierno y policía reconocen la presencia de más de cincuenta mil manifestantes, las convocantes y otros medios hablan de cerca de cien mil) causando el caos y haciendo un uso desproporcionado de la fuerza. Se llevaron a cabo cargas en el paso a nivel por el que las compañeras cruzaban, sacando a golpes a las que allí se encontraban. Tras la agresión se impidió que estas volvieran a cruzar, obligándolas a caminar hasta el siguiente paso a nivel para reunirse con la manifestación.

Esa noche no se realizó ninguna identificación ni ninguna detención. Pero la historia no termina ahí. Una semana más tarde es detenida la compañera Sandra. La acusan de agredir a agentes de la autoridad, todo se basa en la identificación visual que realiza un agente de la UPR. Según su declaración, la ve en el lugar y sabe que es ella porque la conoce.

Este policía reconoce a nuestra compañera Sandra, eso no nos cabe duda, la ha visto en multitud de desahucios, en el Centro de Internamiento de Extranjeros defendiendo los derechos de los internos, manifestaciones contra las fronteras y sus beneficios, por la defensa de los derechos laborales… Sí, Sandra estuvo en esa manifestación, como estuvimos todas. Y como todas, es inocente y no merece ni esta acusación ni este proceso.

Después de eso hemos seguido sufriendo las consecuencias de la sinrazón política que ordenó aquella represión contra las vecinas y no han sido pocos los procedimientos ejemplarizantes con los que se ha pretendido amedrentar a la población. Además del caso de Sandra, también vivimos el proceso penal de cuatro  jóvenes a los que se intentó responsabilizar de la paralización de las obras y de los daños sufridos en los paneles de metacrilato y catenarias que conformarían el muro y que la sociedad murciana decidió derribar, pidiéndoles 8 años de cárcel a cada uno y más de ciento treinta mil euros “por daños”. Afortunadamente, tras 5 años y mucha lucha, todo eso ha terminado y ellos han podido seguir adelante con sus vidas. Siguen abiertos los procedimientos de Ángel y Jesús, también en el marco del soterramiento, sin mencionar las decenas y decenas de sanciones administrativas a las que se hizo frente gracias a la organización y solidaridad de cientos de personas.

En CGT también hemos vivido en primera persona el sabor amargo del despotismo y la soberbia de los poderosos. En 2020 a petición del Movimiento Feminista y estudiantil, convocamos
huelga general para los días 8 y 9 de marzo. Este es un sindicato pequeño, y aquello supuso una enorme carga de trabajo. Las compañeras se volcaron en la organización, con jornadas maratonianas, en las que enganchaban terminar un escrito a media noche con salir a llenar Murcia de carteles y alguna que otra pintada. Las mañanas se llenaban de llamadas, vueltas a la Región para hacer llegar información y carteles al máximo de lugares posibles, todo lo que nos resultó posible para animar a todas a secundar la huelga.

Pero a pesar de que la huelga se convocó en tiempo y forma, la Comunidad Autónoma publicó los servicios mínimos con menos de 24 horas de antelación y en día inhábil, impidiendo que se pudieran recurrir, e imponiendo en muchos centros de trabajo el 100% de presencialidad sin ninguna justificación. Además, los medios de comunicación masivos no le dieron difusión. Todo esto creó una gran confusión y caos entre quienes querían secundarla. La CGT no se calló, y después de reunirnos con la consejera responsable sin aportar nada, presentamos un Contencioso Administrativo por vulneración de derechos fundamentales ante el TSJ de Murcia, que finalmente nos dio la razón considerando que se habían vulnerado los derechos fundamentales a la
huelga y a la tutela judicial efectiva, que la Comunidad Autónoma no había respetado los plazos y que además los servicios mínimos impuestos eran abusivos.

Murcia cuenta con un fuerte y diverso movimiento feminista, en el que tiene un gran peso el colectivo LGTBIQ+, las manifestaciones son multitudinarias y cuando la gestión del covid se cebó con él, desde CGT Murcia supimos reinventarnos, organizamos nuestras primeras Jornadas Feministas que contaron con potentes mujeres murcianas, de alrededores o con un fuerte vínculo con esta tierra. Las actividades se centraron en lo lúdico y divulgativo, y se enfocaron a todas las edades y gustos, aunque muchas temáticas y colectivos se quedaron en el tintero (pendientes para futuras jornadas). Hubo gran afluencia y las colaboraciones estuvieron llenas de risas y cariño, pero también tuvo detrás un gran trabajo y organización, en la que participaron muchas compañeras, incluida nuestra Sandra. Todas ellas forman parte del corazón de la CGT en Murcia, por eso sentimos y gritamos que cuando ¡tocan a una nos tocan a todes!

De aquí a su juicio, el 14 de marzo, se prevén numerosas acciones y por supuesto ese día también estaremos en la puerta de los juzgados para apoyarla. Apóyala tú también, únete al movimiento #TodasConSandra, acude a las acciones en su defensa, comparte y difunde en redes sus publicaciones y las de CGT y grita #SandraAbsolución!!


Movimiento TodasConSandra:
Instagram y Facebook: @todasconsandra

CGT Murcia:
Instagram y Facebook: @cgtmurcia
Telegram: t.me/CGTMurcia
www.cgtmurcia.org

¡Basta de criminalizar la protesta!

 

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