Autor: Cesare Lombroso
Editorial: Antorcha
ISSN:
DL:
Género: DA (Desde las Antípodas) – Cultura Libertaria
Año: 2006 (1ª edición, original 1894)
Páginas: 75 (9 x 12’5 cm.)
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EN 100 PALABRAS: trabajo concebido básicamente con la intención de demostrasr que los anarquistas son anormales y portadores del síndrome del crimen, hipótesis que desarrollaría en la escuela penal italiana y que se extendería durante bastante tiempo por los estamentos más conservadores del pensamiento y las leyes de occidente.
ÍNDICE
04. Presentación (Chantal López y Omar Cortés)
07. CAPÍTULO PRIMERO:
07. Estado y causa del anarquismo
12. Ideas acertadas de algunos anarquistas
15. Crítica de la teoría anarquista. Su absurdo
17. Revolución y rebelión
18. CAPÍTULO SEGUNDO:
18. Criminalidad de los anarquistas
19. Jerga
19. Tatuaje
20. Sentido ético
20. Lirismo
26. Ravachol
27. Pini
28. La criminalidad y la política
30. CAPÍTULO TERCERO:
30. Epilepsia e histerismo
32. Monges
33. Vaillant
35. CAPÍTULO CUARTO: Locos
37. CAPÍTULO QUINTO: Suicidas indirectos
40. CAPÍTULO SEXTO:
40. Reos por pasión. Caserío
40. Sexo y edad
41. Cómplices
41. Atavismo
41. Psicología
44. Caserío
47. Naturaleza epiléptica
49. Hiperestesia
50. Santiago
052. CAPÍTULO SÉPTIMO: Altruismo
061. CAPÍTULO OCTAVO: Neofilia
064. CAPÍTULO NOVENO:
064. Profilaxis
070. Medidas profilácticas
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CESARE LOMBROSO (1835-1909), como se conoce a Ezechia Marco Lombroso, médico y criminólogo italiano, representante del positivismo criminológico, llamado en su tiempo la nueva escuela (Nuova Scuola). Defendió que las causas de la criminalidad están relacionadas con las tendencias innatas, genéticas, observables en ciertos rasgos físicos o fisonómicos de los delincuentes habituales (asimetrías craneales, determinadas formas de mandíbula, orejas, arcos superciliares, etc.), y a factores del entorno (como el clima, la orografía, el grado de civilización, la densidad de población, la alimentación, el alcoholismo, la instrucción, la posición económica y hasta la religión). No obstante el rasgo característico de su obra fue la precariedad científica de su positivismo criminológico, basado frecuentemente en relaciones de causalidad escasamente fundadas. Hacia 1890 entró en los círculos espiritistas y en 1893 se afiliaría al Partido Socialista Italiano. Al año siguiente escribiría y publicaría “Los Anarquistas” buscando demostrar que l@s anarquistas son fácilmente reconocibles por una “cara de moco” que evidencía su innata tendencia a la criminalidad.
Artículo relacionado: "Lombroso y los Anarquistas" (1896) de Ricardo Mella