SÁTIRA CONTRA LA DICTADURA DE FRANCISCO FRANCO DESDE HENRY STREET, BROOKLYN
Autora: Montse Feu
Editorial: Migraciones y Exilios (cuaderno de la AEMIC-Asociación para el estudio de los Exilios y las Migraciones ibéricas Contemporáneas, nº 14, pp. 87-104)
ISSN: 1577-3256
DL:
Género: Memoria Libertaria – Biografía – Publicaciones – Cultura Libertaria
Año: 2014 (1ª edición)
Páginas: 18 (9 x 12’5 cm.)
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EN 100 PALABRAS: artículo que recupera y analiza una selección de la obra de José Castilla Morales, líder de las Sociedades Hispanas Confederadas de Nueva York. La autora apoyándose en la reciente teoría literaria y anarquista, estudia su obra teatral La república no ha muerto (1941), así como algunas de sus crónicas y editoriales seleccionadas para presentar su sátira mordaz, estética obrera y denuncia política, y donde su labor literaria y periodística en el periódico España Libre reinventó las trágicas condiciones del exilio convirtiéndolas en una experiencia estética de lucha social y política.
ÍNDICE
087. Resumen
088. Introducción
089. José Castilla Morales y su entorno político, social y cultural en Nueva cork
096. La producción teatral de José Castilla Morales
100. La labor de José Castilla Morales en España Libre
104. Conclusiones
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JOSÉ CASTILLA MORALES (1893-1961), exiliado anarquista andaluz, escritor, periodista, director del periódico España Libre, y líder de las Sociedades Hispanas Confederadas (organización que coordinó las movilizaciones antifascistas de los inmigrantes españoles en Estados Unidos durante y después de la Guerra Civil Española). Nació en Huelva, migró a Cienfuegos, Cuba, cuando se negó a servir al rey, allí lideró la Unión Marítima con Avelino Iglesias y Paulino Díez, y fue miembro de la redacción de los periódicos anarquistas El Sembrador, El Progreso y Tierra. Cuando, por orden de Gerardo Machado, ejecutaron a sus camaradas Baldomero Dumenio y Alfredo López, huyó a Nueva Cork con Iglesias y Díez, adentrándose en la cultura obrera hispano-estadounidensepoca donde a falta de educación formal, el mundo hispano se instruía mediante asociaciones culturales, uniones sindicales, lecturas en las fábricas, periódicos obreros y teatro obrero; consolidando una educación informal y radical. Nueva York se había convertido en un importante destino para los anarquistas que escaparon de la persecución política en España desde principios del siglo XX. A su llegada, Castilla Morales se convirtió en un miembro activo del Centro Instructivo y Recreativo, una asociación cultural en Brooklyn que respiraba la militancia de la clase trabajadora y era lugar de encuentro para los anarquistas españoles, italianos y anglosajones. Fue en el Centro donde conoció a Ignacio Zugadi Garmendia, quien sería un gran compañero y líder de la Confederación, y donde Castilla Morales formó parte de la redacción de Solidaridad (Nueva York, 1918-1930), el periódico en español de los Industrial Workers of the World (IWW). Más tarde fue director asistente del periódico antifascista La Voz (Nueva York, 1937-1939).Del Centro surgió una filial: el Ateneo Hispano, que se trasladaría al 59 Henry Street de Brooklyn, y editó la revista Ateneo (para la que Castilla Morales escribió una comedia original, La aparición de Ateneo, representada el 17 de febrero de 1934). Con el inicio de la guerra civil en España los líderes laborales, trabajadores y pequeños comerciantes de Nueva Cork fundaron el Comité Antifascista Español, que más tarde se convirtió en las Sociedades Hispanas Confederadas (en las queCastilla Morales fue secretario de publicidad, secretario adjunto, secretario general, y director y presentador del programa de radio La voz de Sociedades Hispanas Confederadas). Esta Confederación, que tenía como misión el apoyo a los refugiados españoles y la defensa de la IIª República, creció hasta unos 65.000 miembros en los ‘40, y 60.000 hacia 1957, repartidos en unas 200 asociaciones afiliadas a lo largo de los Estados Unidos que distribuian su publicación España Libre (de la que Castilla Morales fue director, editor, columnista y redactor intermitentemente entre 1939 y 1961). Aunque la Confederación incluyó a todos los estratos sociales y políticos al proyecto de emancipación personal y nacional, el anarquismo fue la fuerza impulsora de su activismo antifascista y antifranquista.
MARÍA MONTSERRAT FEU LÓPEZ (19¿?~), doctora internacional en Historia Contemporánea por la Sam Houston State University (Huntsville, Texas), donde es profesora asistente de español y es codirectora de estudios de posgrado del programa de español. También es doctora en Estudios Hispánicos por la Universidad de Houston (Houston, Texas), con certificados en Estudios de Mujeres, Género y Sexualidad (Univ. de Houston), en Fascismo (Cornell School of Criticism and Theory), y en Language Teaching Pedagogy (Universitat de Barcelona)
