EUROPA: GRECIA – LA SECTA DEL PERRO: LOS PRIMEROS ANTISISTEMA. LOS CÍNICOS Y DIÓGENES DE SÍNOPE

Autor: Carlos García Gual

Editorial: Ex Nihilo (extraido de los primeros capítulos del libro de Carlos García Gual “La Secta del Perro: Vidas de los Filósofos Cínicos”, Alianza Editorial, 1987)

ISBN:

DL:

Género: Memoria Libertaria – DIA (Desde el Interés Académico) – Cultura Libertaria

Año: 2013 (original 1987)

Páginas: 11 (9 x 12’5 cm.)

PDF: SI (sólo PDF) – Pincha abajo para descargar

 

EN 100 PALABRAS: la humanidad tiene una gran deuda con la antigua Grecia. Heredamos de ella, entre otras cosas, gran parte de los cánones artísticos, la filosofía, el pensamiento científico o la democracia. En esta generación de nuevas tendencias la polémica jugaba un papel predominante y las posturas filosóficas rivalizaban a diario en el ágora surgiendo las primeras propuestas anti-sistema. L@s llamad@s “cínic@s” representaron en este sentido el primer movimiento intelectual que:

· Negaba los valores de la civilización

· Actuaba frente a las normas y convenciones

· Renegaba del consumo y la esclavitud de las cosas superfluas

· Y reivindicaba la libertad auténtica frente a cualquier institución familiar, social o moral

y todo ello desde una actitud activa que incluía sátiras, críticas, humor corrosivo y un comportamiento desvergonzado hasta traspasar lo grosero. Una forma de vida al margen de convencionalismos pero en contacto continuo con la “ciudadanía” convirtiéndose en espejo de las hipocresías y contradicciones de quienes viven sometid@s a las normas sociales. Diógenes de Sínope es la figura más emblemática de este movimiento, el primero en recibir el apelativo de perro, y del que más leyendas se cuentan, haciéndole merecedor de la fama y reputación del mayor representante del espíritu cínico.

____________________

 

Diógenes de SinopeDIÓGENES DE SINOPE (412 a. C. / 323 a. C.), también llamado Diógenes el Cínico, filósofo griego de la escuela cínica que no legó ningún escrito, siendo la fuente más completa de la que se dispone de su vida la extensa sección que el gran historiador Diógenes Laercio (180-240) le dedicó en su “Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres”. Diógenes fue exiliado de su ciudad natal Sinope (Turquía, entonces colonia jonia del mar Negro) y se trasladó a Atenas, donde se convirtió en un discípulo de Antístenes, el más antiguo pupilo de Sócrates, vivendo como un mendigo en sus calles y con apenas pertenencias. Ocasionalmente estuvo en Corinto donde continuó con la idea cínica de autosuficiencia: una vida natural e independiente a los lujos de la sociedad. Según él, la virtud es el bien soberano, siendo honores y riquezas falsos bienes que hay que despreciar. El principio de su filosofía consiste en denunciar por todas partes lo convencional y oponer a ello su naturaleza.

 

Carlos García GualCARLOS GARCÍA GUAL (1943~), escritor, filólogo, helenista, editor, mitógrafo y crítico literario mallorquín. Es catedrático de Filología Griega en la Universidad Complutense de Madrid, tras haberlo sido de la Universidad de Granada, la Universidad de Barcelona y la UNED. Especialista en antigüedad clásica y literatura, ha escrito numerosos libros y artículos sobre literatura clásica y medieval, filosofía griega y mitología en revistas especializadas. Como crítico literario reseña libros en El País, Revista de Occidente, Claves de Razón Práctica, etc. Es editor y colaborador habitual de la revista Historia National Geographic, entre otras. Además, es director de dos colecciones de la Editorial Gredos: las obras griegas de la Biblioteca Clásica Gredos, que durante 40 años ha publicado más de 400 títulos, y la de clásicos universales, Biblioteca Universal Gredos, con cerca de 50 títulos. Destaca además su labor como traductor de clásicos, le fue concedido el Premio Nacional de Traducción en 2 ocasiones. Ocupa la silla J de la Real Academia Española

 

Artículos relacionados:

Europa: Grecia – Los cínicos griegos como preludio anarquista

Europa: Grecia – La secta del perro. Vidas de los filósofos cínicos

Compartir