Hoy 19 de julio se conmemora el 8º aniversario de la Revolución Social de Rojava, liderada por el Partido de la Unión Democrática (PYD), la organización política siria perteneciente a la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK). Esta experiencia es un ejemplo de que los valores feministas, ecologistas y libertarios son una alternativa real que solucionaría los más graves problemas que acechan a nuestra sociedad. Hasta en la situación de guerra en la que se encuentra el pueblo kurdo, están creando nuevas estructuras sociales, haciendo progresar la sociedad, asegurando que la Igualdad, la Libertad y la Cooperación sean valores permanentes.

El confederalismo democrático es la ideología de la KCK, que aglutina, entre otras organizaciones, a partidos, organizaciones juveniles, organizaciones de mujeres y guerrillas kurdas de Turquía, Irán, Iraq y Siria. Es una ideología socialista libertaria, influenciada por el municipalismo libertario de Murray Bookchin o Immanuel Wallerstein, y desarrollada entre otros por Abdullah Öcalan. Afirma que los Estados son barreras para el desarrollo de la sociedad, la democracia y la libertad porque están fundados sobre la coerción y el autoritarismo. Por lo tanto rechaza el concepto de autodeterminación como el derecho de establecer un nuevo Estado-nación, y lo interpreta como el derecho a establecer una democracia de base sin buscar nuevas fronteras políticas.

El confederalismo democrático es la ideología de la KCK. Es una ideología socialista libertaria, influenciada por el municipalismo libertario de Murray Bookchin o Immanuel Wallerstein, y desarrollada entre otros por Abdullah Öcalan

Sin embargo, propone un pacto de respeto mutuo con los Estados, de forma que en el Kurdistán podrían convivir tres Leyes: la Ley local de cada comunidad, la estatal y la confederal democrática que uniría a las confederaciones kurdas. La implantación del confederalismo democrático pondrá las bases para la posterior superación de los Estados. De cualquier manera, esta convivencia no es sometimiento ya que las confederaciones, aún llevando políticas de paz, deben mantener guerrillas de autodefensa para protegerse de los ataques del Estado.

Señala también al sistema capitalista como responsable de la pobreza, el hambre y la destrucción medioambiental, de manera que sólo un socialismo local y autogestionado puede dar respuesta a las necesidades concretas de cada comunidad. La economía tiene que enfocarse hacia una redistribución justa de los recursos y no hacia la acumulación de riquezas. Este socialismo tiene grandes influencias del ecologismo social, de forma que sólo mediante la construcción de una economía en equilibrio con el entorno natural se podrá garantizar la redistribución justa de las riquezas.

Señala al sistema capitalista como responsable de la pobreza, el hambre y la destrucción medioambiental, de manera que sólo un socialismo local y autogestionado puede dar respuesta a las necesidades concretas de cada comunidad

La lucha contra el patriarcado es una cuestión clave. Se opone a todas las formas de opresión de género y aspira a superarlas mediante el establecimiento de la democracia dentro de todas las esferas de la vida de la sociedad kurda. Por ello, los colectivos de mujeres son llamados a ser vanguardia del movimiento. Están desarrollando la jineología o ciencia de las mujeres, con la que dan respuesta a los problemas sociales y políticos desde ese punto de vista.

Todos los sectores de la sociedad deben también desarrollar organizaciones democráticas propias, pues el sistema democrático popular sólo es consistente cuando surge de un pueblo fuertemente concienciado. A través de asambleas locales se eligen delegados anuales para formar un órgano coordinador regional. La propia tradición kurda de sistemas de clanes y confederaciones tribales da sustento histórico al confederalismo democrático. Todos los órganos están co-presididos por una mujer y un hombre.

Una de las bases del sistema es el principio del reconocimiento y preservación de todas las identidades culturales, de género o étnicas, así como la promoción del derecho a las libertades políticas, económicas y sociales. Conjuga la colectividad para garantizar la igualdad, y la libertad individual para conseguir el desarrollo personal. Así, el confederalismo democrático se erige como una propuesta exitosa para la liberación del Kurdistán y la unidad democrática del pueblo kurdo. Y para el resto del mundo es un referente al que mirar.

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