El 28 de abril, Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, es uno de esos días que, para muchas organizaciones y personas, pasan desapercibidos en el calendario. Para CGT este día tiene mucha importancia ya que, día a día, trabajamos muy a fondo en materia de seguridad y salud laboral para poder mejorar las condiciones de trabajo y reducir la accidentabilidad que tanto nos preocupa y que tan gravemente afecta a las personas trabajadoras.
La situación post-pandemia no ha mejorado en relación con la existente en 2019. Todavía miles de personas trabajadoras tienen problemas para que se les reconozcan los accidentes de trabajo o las enfermedades profesionales y son miles de personas las que, por miedo a las represalias, acaban tramitando dichos accidentes y enfermedades como bajas medicas por contingencias comunes. Estas situaciones no solo suponen una pérdida económica para la persona trabajadora, sino que suponen un fraude a la Seguridad Social ya que esos procesos de baja terminan siendo abonados con dinero público, es decir, con dinero de todas, mientras las mutuas siguen haciendo negocio ante el no reconocimiento de los accidentes de trabajo o enfermedades profesionales, así las empresas no se ven obligadas a contemplar las mejoras de medidas preventivas para minimizar o eliminar los riesgos.
En esta línea, en la Región de Murcia debemos resaltar que cientos de personas trabajadoras han sufrido accidentes en su trabajo y tanto empresa como mutua han creado las circunstancias, obviando información y mintiendo en algunas ocasiones, para crear un estado de indefensión de manera que dichas contingencias han acabado engrosando injustamente las estadísticas del concepto “enfermedad común”. Obligando a quienes se encuentran en dicha situación a solicitar y pelear por un cambio de contingencias para que se reconozcan los accidentes laborales y/o enfermedades profesionales, para que estos sean asumidos por las empresas y mutuas y sus derechos no se vean mermados por el afán de beneficio de unos y el beneplácito de quienes deben fiscalizar y miran para otro lado.
También podemos observar cómo, año tras año, la accidentabilidad en personas trabajadoras de 55 años o más va en aumento de una manera alarmante, aumentando también el número de accidente graves y mortales en esa franja de edad. Desde CGT entendemos que, tanto esta situación como otras, podrían haberse evitado o al menos reducido llevando a cabo medidas contundentes por parte de este Gobierno que se autodenomina progresista:
Por un lado, es necesaria una mayor inversión en recursos para que se lleve a cabo la protección de la clase trabajadora mediante medidas preventivas por parte de las empresas, con una ampliación de los recursos existentes y una vigilancia continuada, real y eficaz, de las Administraciones
Por otro lado, y ante los datos expuestos, la aplicación inmediata el Real Decreto 1698/2011, aprobado por el Gobierno de Zapatero. La no aplicación de los Coeficientes Reductores en la edad de jubilación, en algunos sectores, está elevando las cifras de mortalidad y accidentabilidad en los rangos de edad más elevados, a la vez que está aumentando el número de enfermedades profesionales en esos sectores.
Centrándonos en la Región murciana nos encontramos con un panorama alarmante: A lo largo de 2022, 51 personas perdieron la vida mientras trabajaban o se dirigían al trabajo y 21132 personas, según el Ministerio de Trabajo y Economía Social, sufrieron accidentes laborales con baja. Las cifras no parecen mejorar. En los dos primeros meses de 2023 4 personas han perdido la vida mientras trabajaban y 3267 han sufrido accidentes “declarados” como laborales.
Para evitar más accidentes laborales, este 28 de abril, desde CGT volvemos a insistir en la necesidad de aplicar tanto estas, como otro tipo de medidas con carácter urgente. Recordamos a las Administraciones y a los diferentes Gobiernos que estamos hablando de la salud de las personas trabajadoras, de accidentes de trabajo que acaban con la vida de cientos de personas y lesionan gravemente a miles, de fraude por parte de las empresas en los procesos de bajas, etc. En definitiva, de omisiones que hacen que sea, de nuevo, la clase trabajadora quien lo pague con su propia salud e incluso con su vida.
Desde CGT Murcia hemos intentado sin éxito que nos atendieran en los organismos encargados de vigilar que todos los accidentes laborales consten como tal, ya que la problemática del fraude en relación a la determinación de quién debe asumir una baja -seguridad social o mutua- está a la orden del día. Estas son las consecuencias de capacitar a un entre privado, como es la mutua, a gestionar nuestra salud laboral.